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Archivos de noviembre, 2024

Entrevista a Antonio Aragón Renuncio, Ganador del «Concurso Fotonavia 2024»

domingo, 24 de noviembre de 2024

Hoy os traemos la muuuuy interesante entrevista que nuestra compañera Fely le hizo al ganador del «Concurso Fotográfico Fotonavia 2024»,  Antonio Aragón Renuncio (Cantabria). Fotógrafo documental y buscador de historias que contar. Pero es que además de un gran fotógrafo, hemos descubierto en Antonio a un gran comunicador, a una persona con mucho carisma, con la que apetece… y mucho charlar largo y tendido. En los tiempos que corren, donde parece que se ha instaurado esa «mala costumbre»  de no ver videos que duren más de 15 segundos, de pasar de textos que vayan más allá de más de cuatro líneas… esta «maldita moda» de la inmediatez, está privando a muchas personas de degustar auténticos placeres, como una tarde de lectura con un buen libro o disfrutar de una película clásica en buena compañía, o una charla entre amigos sin prisa, ni móviles en la mano. La entrevista que publicamos hoy no os defraudará, Leedla sin prisa, disfrutadla.

PRIMER PREMIO CATEGORÍA GENERAL

FOTO GANADORA  de  FOTONAVIA 2024: «Ansia de Conocimiento»Antonio Aragón Renuncio 

  • Hola Antonio, empezamos ¿Qué es la fotografía para ti? ¿Como has empezado en este maravilloso mundo de la fotografía?.

Lo es todo. Se que es una frase muy manida y recurrente decir que la fotografía es una/mi forma de vivir y entender la vida, pero es que es verdad. En mi caso, desde que me levanto hasta que me acuesto, absolutamente todo tiene que ver directa o indirectamente con ella. Además del trabajo diario de fotografiar, editar (fotos, videos y audios), diseñar libros y exposiciones, escribir reportajes, etc… Siempre estoy pensando en nuevos proyectos, en nuevas historias, en futuras exposiciones, planificando viajes, ideando nuevas formas de mostrar el trabajo… si a eso le sumas “vivir” el día a día viendo y mirando el mundo con ojos de fotógrafo, la paranoia se hace más y más grande jajaja. Todo, absolutamente todo, es fotografía. Ver y disfrutar de una película, de un libro, de un amanecer, de una canción… a la postre todo se vuelve imágenes. Por lo menos para mí. Así “miro” yo. Y me encanta… ¡Y además ahora también haciendo fotos con el móvil! Le he encontrado el gustillo a eso de hacer fotos con esa máquina infernal. Curiosidades de la vida. Antes siempre despotricando de él y ahora a principios del próximo año, presento un libro de fotos de viaje que acabo de editar todas hechas con el teléfono. Ya ves, no se puede escupir para arriba… 

Empecé fotografiando atardeceres como la mayoría de los que se inician en este apasionante mundo la fotografía. Luego, con el paso del tiempo y los viajes, aparecieron las historias olvidadas y el sufrimiento ajeno. El color rabioso y el maravilloso contraste del blanco y negro… Ya son más de veinticinco años viviendo lejos y fotografiando esos mundos de dios… ¡Y ahí sigo, disfrutando a tope mientras pueda, de esta extraña vida plena de aventuras, de rostros, de luces y sobre todo de sombras… Espero que por mucho tiempo! jajajaj

 

  • De no haber sido fotógrafo, ¿qué hubieras elegido como modo de vida?

De no haber elegido ser fotógrafo documental… mi vida hubiese sido infinitamente más aburrida, te lo puedo asegurar jajajajajaja

La verdad es que nunca he querido “ser” nada. Siempre he pensado que cualquier pasión se convierte en obligación cuando pasa a ser un “trabajo”. Y nunca me ha gustado tener que hacer nada por obligación. Así que decidí divertirme con mi gran pasión y ser free-lance en el más amplio (y a veces duro) sentido de la palabra, justamente para que esa pasión no quedará diluida. Me gusta decidir lo que quiero hacer cada día a levantarme. Sin prisas, sin presión, sin jefes… Elegir qué historia quiero contar, en qué país y cuánto tiempo le quiero dedicar de mi vida… así que procuro seguir disfrutando de la vida y las imágenes que pasan por delante de mi objetivo fotográfico cada día, sin prestar mucha atención al “ruido” que me rodea y sin pensar solamente en aburridos términos pecuniarios. A la postre si el trabajo está bien hecho y sabes cómo maniobrar, la gratificación económica llega (casi siempre escasa jajaj) de alguna forma. Lógicamente vivir así no siempre ha sido fácil, además que debes estar dispuesto a pagar un precio. Pero se puede llegar a disfrutar mucho de una vida sencilla… que no quiere decir simple.

  • Nos documentas y nos cuentas historias con tus fotografías, comprometido con el medio ambiente y viajero, ¿en qué lugar te encuentras mejor?

La verdad es que creo que soy una persona que se aclimata muy rápido y muy bien a cualquier situación. Sea buena o no tan buena… La vida me ha enseñado a eso (a veces a lo bestia jajaja) y lo agradezco. Pero sí es bien cierto, que algunos de mis mejores recuerdos, han sido estando de viaje perdido por ahí con una cámara en mis manos. Por ejemplo, pasé seis años y medio viviendo en un orfanato en Centroamérica y son, te lo juro, algunos de los momentos más divertidos e interesantes de mi vida junto a aquellos renacuajos que pasaban el día entero pensando en liar alguna movida (jajaja)… Y así te podría hacer una larga lista de instantes, destinos y aventuras… pero la mayoría de las veces con un denominador común: siempre allende los mares, perennemente al otro lado (del charco)… Por algo será (jajajaja)

Comprometido conmigo mismo y con la vida. Eso es lo más importante. A partir de ahí, surgen historias, imágenes, recuerdos y reivindicaciones. Porque sí es bien cierto que no hay derecho a muchas de las cosas que ocurren a lo largo y ancho de este planeta. Demasiadas injusticias y problemas en la mayoría de los casos, causadas por nuestro propio egoísmo y el puto dinero… Yo soy fotógrafo, así que la fotografía es el único medio del que dispongo para luchar contra esas injusticias. Un preciosa e invaluable herramienta con la que poder gritar alto y fuerte. Porque hay que gritar y luchar… Siempre. 

Además yo sólo sé hacer fotos (jajaja) así que intento gritar y “golpear” al espectador con ellas. Cuento historias. Habitualmente ocultas y olvidadas. Eso me hace feliz. Y en algunos casos, ha servido para generar un cambio, a mejor. Así que ahí sigo. En esa lucha. Además me ha servido para conocer quién soy realmente. La fotografía es una búsqueda constante. Pero para conocer lo que ocurre “fuera” debes primero conocer muy bien lo que está “dentro”. Lo que hay en tu interior… y estar contento/agradecido/conforme con lo que ves…  

 

  • Recientemente visitamos una de tus exposiciones “Entre lobos” con un audio y en un ambiente extraordinario, ¿cuánto tiempo te ha llevado realizar las fotos de esta exposición?

El proyecto “Entre Lobos” (Dances with Wolves) en total me llevó un año y medio aproximadamente. Quise fotografiar la problemática en todas las épocas del año para así tener variedad de paisajes e imágenes, así que pasé más o menos un año pandémico (no podía regresar a Nicaragua porque su aeropuerto se mantuvo cerrado por más de dos años, así que me quedé entrampado en España y busqué algo que hacer. Así de paso, me pude quitar la puta mascarilla jajaja) subiendo a la montaña a convivir con sus protagonistas. Luego unos cuantos meses más para editar las fotos, seleccionar las imágenes finales del proyecto, editar los videos y los audios, diseñar y editar el libro y las páginas web, hacer las traducciones, diseñar y adaptar las exposiciones (junto a mi querido amigo Jesús García) a los espacios de exhibición (ya hemos realizado tres con unos resultados increíbles), etc, etc, etc… Me gusta estar involucrado al mil por cien en mis proyectos, así que lo hago todo sólo para así procurar tenerlo todo controlado y que el producto final sea el que tenía en mi cabeza. Soy muy “friki” rozando muchas veces la paranoia y el perfeccionismo, pero es como me gusta trabajar. Además así, la culpa de si algo sale mal es siempre mía y no tengo que matar a nadie jajajaja

Es un proyecto muy ilusionante que ha tenido muy buena acogida y tiene buen futuro expositivo (ya se ha expuesto en España, Portugal, Estados Unidos, India…) y que ya ha ganado varios premios internacionales. Así que me hace especial ilusión ya que es la primera historia que fotografío en “mi” tierra en los últimos 25 años de trabajo y está teniendo el recorrido que merece una historia tan interesante y delicada.

Es curioso (he de decirlo, si no reviento) que es la única historia que me han censurado en mi vida y que ciertas publicaciones (mejor no digo los nombres para no sacarles los colores, aunque se lo merecerían) no han querido publicar. ¡Y tenía que ser en España! por supuesto. Luego nos damos golpecitos en el pecho y alardeamos de libertades… puro cuento.

 

  • Persigues mostrarnos esas historias escondidas y darles visibilidad, en tu trayectoria, ¿cuál ha sido la historia que más te ha impactado?

Todas y cada una de ellas ha sido importantes. Todas ya son parte de mí y han dejado una huella indeleble en mi cuaderno de bitácora. Las he disfrutado mucho y también las he sufrido (a veces más de lo que hubiera querido) en mis propias carnes. Pero de cada una de ellas he aprendió mucho. Demasiado… Sus protagonistas me han mostrado cosas difícilmente creíbles y me han dado lecciones de vida que el dinero no puede pagar…

¿El mayor impacto? Descubrir que el ser humano siempre tiene la capacidad para superarse inventando nuevas maneras de infligir dolor y sufrimiento a sus semejantes… Por acción o por omisión. Por desdén, interés o simple abandono… La gente sufre y realmente es porque no nos importa. Para que podamos vivir como ricos, debe haber una cantidad exagerada de pobres que hagan el trabajo sucio y que por supuesto sean “prescindibles” y nos importen un bledo. Así ha estado montado siempre el “negocio”, lo sigue estando y lo estará por los siglos de los siglos…

Fotografiar el dolor, el sufrimiento y la muerte, se antoja, a veces, demasiado complicado… por eso siempre intento buscar esa ventanita de esperanza en mis imágenes. Hay veces que lo consigo. Otras, se antoja simplemente imposible…

 

  • ¿Qué se siente ser finalista Top 10 de la copa mundial de Fotografía?

La verdad es que llegar a ser finalista de cualquier concurso internacional de prestigio siempre es una satisfacción muy grande, debido a la dificultad por el gran nivel y el alto número de fotógrafos que participan.

En esta ocasión que mencionas, la alegría fue infinitamente mayor ya que al final fueron dos los premios recibidos durante la gala de los World Photographic Cup Awards en Dallas (USA): Campeón del Mundo de la WPC 2024 con el equipo Español (siendo la primera vez en la historia que España se proclama campeona del mundo y un premio que realmente me hace mucha ilusión ya que también era la primera vez que formaba parte de la Selección Española de Fotografía Profesional) y Subcampeón del Mundo (Medalla de Plata) en la categoría de Reportaje (Fotoperiodismo) a título individual. ¡¡¡Así que imagínate, alegría por partida doble!!!

 

  • Me imagino que para tus viajes has de elegir un equipo ligero, cuál es tu cámara preferida para tus reportajes.

Lo más discreto y ligero posible. Y cada vez más, si puedo. La espalda ya no me perdona tantos excesos jajaja.

Como sé que a los fotógrafos nos gusta hablar de “cacharros”, en los últimos cinco años he trabajo con una cámara mirrorless full frame (lo más pequeña posible dentro de unos mínimos de calidad y robustez) con un 28mm (el 95% de las fotos de mi vida las he hecho con un 28/24mm) y en una pequeña funda en la cintura un 85 y un 50mm (ambos para retratos) que la mayoría del tiempo ni salen de la funda. Siempre objetivos fijos. Son más pequeños, más luminosos y ofrecen mejor calidad.

Otro cuerpo de cámara (o dos según el trabajo y el país) guardado en el campamento por si hay algún percance y se “muere” alguna de ellas en el trabajo. Debes tener en cuenta que en los sitios en los que habitualmente fotografío, las condiciones son bastante extremas y las cámaras de hoy no aguantan trato duro como las de antes. Así que más vale prevenir que curar. Ya aprendí a las malas cuando me ha quedé tirado en medio de la nada sin cámara en pleno reportaje… jajaja

Ya no me gusta llevar dos cámaras colgadas al hombro. Das demasiado el “cante”. En los países y situaciones que normalmente me gusta trabajar, el fotógrafo no suele ser bienvenido por decirlo de una forma suave, así que procuro pasar lo más desapercibido posible, aunque sea prácticamente imposible ocultarse en ciertas latitudes. Pero hacerse el turista “pendejo” a veces resulta muy efectivo ajjajaja así que con una camarita al cuello es más fácil pasar por un no-profesional que anda perdido…

La marca es lo de menos. Solo busco una cámara que se ajuste a lo que necesito y que no me arruine. Últimamente veo demasiado postureo con marcas y modelos con un tamaño similar a las DSLR y a unos precios de quitar el sueño… así que esa guerra no va conmigo. Creo que las fotos (dentro de unos límites mínimos de calidad que se debe requerir al equipo) las hace el fotógrafo y no la cámara. Así que siempre lo más barato posible para así gastarme la pasta en viajes e historias y no en cacharros tecnológicos. Muchas veces en mis talleres, los alumnos se sorprenden del equipo que llevo habitualmente y que me cabe en una pequeña riñonera. Todavía existe la creencia en algunos lados que para hacer una buena fotografía debes llevar una mochilota llena de cachivaches muy caros de marcas muy famosas. Y no es verdad. Mi último trabajo le hice con un objetivo de juguete de esos que ni diafragma tienen y cuya calidad óptica es de dudosa reputación (jajajaj) y para mí, el resultado fue espectacular.

Así que mi máxima es ¡¡¡menos megapíxeles y más fotografías!!! jajajajajaja

  • ¿Qué te motiva a empezar un proyecto fotográfico?

La curiosidad. Siempre la curiosidad…

Desde siempre he sido muy curioso e inquieto. Nunca me ha gustado que me cuenten las cosas. Me gusta más descubrirlas por mí mismo. Me parece infinitamente más gratificante y educativo. Así que con los proyectos y los reportajes/historias me pasa algo parecido. De repente me encuentro con algo interesante y quiero saber más y más. Mi naturaleza obsesiva compulsiva se encarga del resto… (jajaja)

El problema es que hay demasiados proyectos en mi cabeza y cada vez menos tiempo y menos recursos para abordarlos todos. Pero poco a poco, en todos estos años de correrías, he podido desarrollar de la forma que mejor he podido y sabido mis propios proyectos. ¡Y ya son unos cuántos! Cientos de exposiciones y premios, más de una decena de libros, muchos reportajes escritos y videos multimedia, muchas publicaciones en medios impresos y digitales alrededor del mundo, cientos de miles de fotografías, muchos viajes, anécdotas y aventuras… en definitiva un proyecto de vida muy divertido, bastante bien aprovechado y lleno de luz y felicidad. ¿Qué más se le puede pedir a la vida?

 

  • Un fotoperiodista, ¿puede hacer su trabajo de manera independiente y libre?

Yo creo que es la única manera. De no tener condicionantes y estar obligado a seguir líneas editoriales. No nos olvidemos que los medios de comunicación son un negocio. Un gran negocio que le debe rendir cuentas a sus dueños (grandes corporaciones en la mayoría de los casos) a final de cada mes y que tienen tendencias y posicionamientos claros y definidos, orientados siempre a informarnos (o desinformarnos, según el caso) pero siempre defendiendo los intereses de sus “socios”. Por ejemplo y para no alargarme mucho en la explicación y que luego me arrepienta de haberme metido en algún charco jajaja. Actualmente pareciera que en el planeta solo hay dos grandes conflictos armados (y hay más de cincuenta, aunque raramente salen en los medios) que ocupan horas y horas de televisión. Y curiosamente son dos conflictos muy similares en el fondo, pero muy diferentes en la forma. Por un lado, la “invasión” atroz de Ucrania por parte de Rusia en la que en los medios de comunicación occidentales solo vemos imágenes de un lado del conflicto. El otro no da acceso y censura hasta la extenuación.

Por el otro, los ataques “preventivos” en Medio Oriente de Israel contra la “amenaza terrorista” (Gaza, Hamas, Hezbollah, Libano, Iran…) son ampliamente respaldados por la comunidad internacional aun siendo un exterminio desproporcionado y sin sentido del pueblo palestino y al que los fotógrafos internacionales no tienen acceso y que solo lo ha cubierto desde dentro, y muy bien por cierto, los propios fotógrafos palestinos…

A eso en mi pueblo lo llaman tener doble rasero. O doble moral. Aunque la moral, en este mundo actual en el que vivimos, es un bien demasiado escaso y ambiguo. Censura en toda regla por no ponerme a insultar… A uno le criticamos y al otro le apoyamos… así no vale! Eso es trampa. Pero les da igual…

En mi caso, cuando trabajaba para diferentes agencias internacionales de noticias, debía tener muy claro la “tendencia” del medio que me pagaba la nómina y hacer mis coberturas en función de dicha orientación. No es lo mismo trabajar para los norteamericanos que para los cubanos (jajaja)…

Así que siempre he sido un gran defensor del “freelanceo”. Y desde mis comienzos lo he practicado. Creo que es la única forma de ser realmente independiente actualmente, aunque luego le vendas tus imágenes a un gran medio. Todos tenemos que comer. Y en estos días los medios de comunicación cada vez pagan menos. Así que debemos buscar nuevas formas de financiarnos, aunque siempre buscando maneras de contar historias de forma independiente. Si tú decides tu punto de vista en un reportaje (siempre hay uno, eso de pretender ser objetivo es una quimera) por lo menos será el tuyo y serás fiel a tu narración y compromiso. Ya más tarde vendrá un compañero y lo contará desde el otro lado. Así luego el espectador tendrá la suficiente información para tomar sus propias conclusiones y actuar en consecuencia…

 

  • ¿Qué poder de denuncia puede llegar a tener una imagen? ¿Alguna vez has tenido que censurar alguna imagen?

La imagen fotográfica a lo largo de la historia siempre ha sido muy poderosa, aunque cada vez menos, justamente por ese exceso de imágenes que nos anestesian. Ha servido incluso, para iniciar conflictos. También ha servido para ayudar a finiquitarlos. Hay una gran lista de acontecimientos que tenemos grabados en nuestras retinas y es todo gracias a las imágenes que algunos reporteros fueron a tomar arriesgando incluso sus propias vidas: Vietnam y la niña del napalm, los bombardeos de Irak, las torres gemelas en el 11s, la cruzada contra el “terror” de los talibanes en Afganistán, las guerras de los 80s en Centroamérica, las hambrunas en el cuerno de África, la locura de la guerra de los Balcanes…

Trump y su oreja sangrante, la invasión del capitolio, la llegada de migrantes a las costas europeas, el hombre en la luna, la violencia de las pandillas, Corea del norte y sus desfiles “nucleares”… y así podría pasarme una semana enumerando situaciones que conocemos gracias a las imágenes y en las que luego, nos hemos posicionado, justamente gracias al haberlas visto. Mucho poder en nuestras manos. A veces demasiado. Por eso hay que proceder con cautela en este nuevo mundo de jurados y verdugos de Instagram y demás redes sociales…

El exceso de información (e imágenes) curiosamente nos vuelve más imbéciles, desinformados e indolentes… por eso lo de actuar con cuidado.

Siempre se me viene a la mente la famosa foto del malogrado Kevin Carter, de la niña (aunque realmente era un niño) y el buitre que todos conocemos y que en la mayoría de los casos fue sacada de contexto. Una foto fantástica. En compasión, mensaje y situación… Esa fotografía, en mi opinión, tuvo tanto impacto (poder, en definitiva) en la opinión pública (aunque le masacraron al pobre mensajero, como siempre) que sirvió para poner sobre la mesa una problemática ante la que hasta el momento estábamos ajenos… y a partir de ahí, se pudo originar un cambio. Hacia mejor.

Por y para eso creo que está nuestro trabajo. Nosotros somos un vehículo, un mero transmisor de información. Contadores de historias. Trovadores modernos… Justamente por eso, merece la pena y debemos seguir yendo por esas incómodas imágenes que grafiquen una realidad oculta. Pese a quién le pese. Que se jodan!

Luego ya las decisiones ya las tomarán otros. Para bien, o como casi siempre, para mal…

Yo normalmente no me autocensuro. Mi trabajo es hacer fotos y procuro hacerlo de la mejor manera posible que sé y puedo. Aunque sí es bien cierto que hay veces en las que no me he llevado la cámara al ojo, o no he mostrado alguna imagen, bien porque no era el momento o porque preferí guardar ese instante sólo para mí… creo que es normal. La fotografía es parte de la propia existencia. Una muy importante. Pero no la única.  Creo que es más importante aún, algunos instantes de la propia vida bien vivida. Así que procuro disfrutarla a tope, ya que es muy escasa y demasiado frágil…

Además, siempre llegará algún cabrón con demasiado tiempo, mucho atrevimiento y pocas luces, que se encargará de censurar o criticar tu trabajo (casi siempre oculto tras una pantalla) así que mejor vete preparándote pare ello jajajajajaja

  • Tengo una gran duda, a mí que me encanta Street Photography, ¿dónde está el límite, hasta dónde podemos llegar?

Como te dije antes, creo que no hay límites. Por lo menos a priori, para el fotógrafo, no debería haberlos. La libertad en este sentido pienso que es muy importante para poder elegir la narrativa y no tener cortapisas a la hora de abordar un reportaje o elegir un punto de vista. Además, creo que cada quién debe tener su propio código deontológico para saber lo que debe y no debe hacer…

Luego sobre el terreno, los límites aparecen y les impone en cada situación fotografiable la propia escena y/o los propios protagonistas. Con el paso del tiempo y la experiencia, uno aprende a cómo comportase y delimitar las fronteras de cada situación. Aprendes (o te hacen aprender a la fuerza jajajaja) a saber hasta dónde y hasta cuándo. Qué líneas debes traspasar y cuáles no. Esas líneas entre el sí y el no, son la mayoría de las veces, demasiado difusas así que hay que ponerle mucha atención y buena letra. Hay que estar siempre atentos y con la cámara lista… tanto para hacer fotos, como para no.

Así que hay que aprender a no hacer “ruido” y a plantear siempre las preguntas correctas. Con mucha cautela y siendo siempre muy honesto. Honesto contigo mismo y, sobre todo, con la historia y el protagonista que padece delante de tu objetivo.

El día a día en el mundo real dando vueltas (y haciendo fotos del sufrimiento ajeno) es una universidad acojonante… plena de sabiduría y momentos memorables.

 

  • Una carrera llena de premios, muchos reconocimientos, actualmente ¿de cual te sientes más orgulloso?

Una vida llena de mucho trabajo, muchas horas al pie del cañón, muchos viajes y mucha dedicación… Eso es lo que la gente no ve (jajaja).

Los premios y el “reconocimiento” son solo la parte visible y anecdótica. Una parte muy gratificante que sirve principalmente para tres cosas:

Por un lado, para validar el trabajo. Ya que estar ahí arriba de alguna forma determina que no lo estás haciendo tan mal (jajaja) ya que eligen tus imágenes sobre miles (a veces cientos de miles)  de fotografías sin saber el nombre del fotógrafo que la hizo. Me parece muy democrático, por eso sigo creyendo en los concursos. Bueno, en algunos (jajaja)

Por otro, para pegarte un subidón de cinco segundos en el que te crees el rey del mambo cuando te comunican que has ganado (jajajaj). Luego tras esos preciosos e intensos cinco segundos, te dejas de chorradas y vuelves a currar a tope en lo que estabas…

Y una tercera, muy importante para un fotógrafo freelance como yo, es que la dotación económica de algunos premios sirve para pagar las facturas y acometer nuevos viajes y nuevos proyectos… así que de eso también vivimos.

¿De cuál me siento más orgulloso? De todos. De unos más y de otros menos dada la dificultad y el prestigio de estos, pero muy orgulloso de todos y cada uno. Es curioso que a veces, la gente cree que es fácil conseguir un premio internacional importante. Y no hay nada más lejos de la realidad. La competencia es muy dura, pero hay que seguir luchando e intentar seguir ganando premios que visibilicen tu trabajo y te abran las puertas de nuevas oportunidades… 

 

Todos son muy necesarios y enriquecedores. Concursos como el Fotonavia, creo que aún más. Ya que no todo el mundo puede tener acceso a viajar a grandes capitales para ver “grandes” exposiciones de “grandes” concursos.

Vosotros hacéis un trabajo muy importante, duro y en la sombra. Sin hacer ruido, mostráis en vuestra casa el trabajo de grandes fotógrafos que participan en vuestro concurso, para que la gente lo pueda ver y disfrutar. Eso es una gozada que muchas veces está infravalorada. Así que os doy la enhorabuena por el Fotonavia, esperando que siga vivito y con buena salud por muchos años…

Mi motivación, la de siempre. Dar a conocer mi trabajo, mis historias ocultas y olvidadas, a la mayor cantidad posible de espectadores…

 

  • Redes Sociales, ¿hasta qué punto son importantes para ti?

Mucho menos de lo que debería. La verdad es que en estos tiempos son un herramienta muy útil tanto para mostrar tu trabajo como para acceder a nuevos clientes. Pero para eso hay que ponerle mente y meter muchas horas con estrategias de marketing y demás… En mi vida, como casi siempre, se me da inmensamente mejor hacer fotos que venderlas/venderme, así que digamos que es una de mis asignaturas pendientes. Debe ser que soy de otra época (jajajaja). De esa que valora más tomarse una cerveza en un bar con los colegas que dos horas viendo pasar imágenes y vídeos de gente que no conozco en una minúscula pantalla. Creo que ya estoy demasiado mayor para aprender o cambiar mis hábitos. Además, me apetece más bien poco. Soy feliz como soy, así que parece que así seguiremos jajajajaja

 

  • ¿Cómo has conocido nuestra asociación Fotonavia?

A través del concurso. De ahí la gran importancia de este.

Espero poder ir a conoceros en persona muy pronto…

 

  • Un viaje fotográfico que aún no hayas realizado. ¿Tal vez Navia?

Miles jajajaja… hay demasiados lugares y demasiadas historias perdidas por el mundo aún por descubrir. Eso es lo maravilloso de la vida y de esta “tierra plana” que algunos se empeñan en joder cada día.

No pude estar en Navia con vosotros en la entrega de premios y la inauguración de la exposición por estar trabajando al otro lado del charco. Pero me quedé con muchísimas ganas. Mi querido amigo Jesús García fue a recoger el premio en mi nombre y me hablo maravillas del pueblo y de todos vosotros. Así que estáis en la lista de destinos futuribles (jajaja). Ojalá pueda encontrar un excusa pronto para ir para allá…

 

  • Para terminar, tu vida profesional ¿hasta dónde quieres llegar? Cuáles son tus objetivos más inmediatos.

¡El límite es el cielo!!! jajajaj. ¡Y es verdad! Nunca nos debemos de poner límites. Para eso ya está el resto del mundo cabrón que se encarga de ponerte la zancadilla a diario. Así que hay que echarle huevos y levantarse más fuerte y con más ganas para seguir dando guerra…

¿Hasta dónde quiero llegar? Como decía Buzz Lightyear: ¡Hasta el infinito y más allá! jajajajaja… pero por el momento, me conformo con llegar a España, tras muchos meses fuera, para presentar un nuevo libro y ver a mi madre.

Pero como no me se estar quieto, en noviembre comienzo un nuevo reportaje en España (no todo va a ser estar siempre perdido por el mundo jajaja) luego pasaré enero en África y en marzo, voy para Ecuador para un festival de fotografía y la copa del mundo de fotografía… hablar de ahí en adelante, para mí es demasiado futuro. Y si algo he aprendió en esta vida loca es, como decían los Sex Pistols, que el futuro no existe… jajajajajaja así que más fotos y menos rollos jajajajajajajaja…

 

  • He dado una vuelta por tu galería de fotos y realmente me he quedado impresionada. Rescato algo precioso que has escrito:

Siempre he amado la fotografía… y contar historias. Recorrer rostros, caminos, luces… y sombras. No tengo la menor idea de lo que puede llegar a durar una vida. Ni lo interesante o no interesante -el aburrimiento rige en demasiados corazones- que puede suceder dentro de ella. Pero de lo que sí estoy claro, es de la maravillosa y perfecta división de un segundo en mágicas fracciones de luz y color. Y eso en mi mundo, en mi mente sería más acertado, es un argumento más que suficiente para incluso dejarse la vida robar. Un “cientoveinticincoavo” de segundo puede ser lo más parecido a la eternidad…

Y se hizo la luz… Y eso ocurrió en alguna lejana tierra al otro lado del vasto océano.

  • Muchismas Gracias Antonio, por tu tiempo y por mostrarnos un poco como eres, ha sido un auténtico placer. 

 

Os dejamos una muestra de sus magníficos trabajos y enlaces a su web y redes, sin duda merecen un visionado a fondo.

Web:www.antonioaragonrenuncio.com

Facebook: https://www.facebook.com/antonioaragonrenuncio

Instagram: https://www.instagram.com/antonioaragonrenuncio/

 

 


 

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